Michelle Oquendo

Este es un tema complejo, el de la violencia contra las mujeres, pero es necesario hablar de él. Es necesario volver visible lo que vivimos todas las mujeres en la cotidianidad”.

Periodista, conductora y productora del programa radial “Desde mi Visión”. Estudió periodismo en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y realizó sus pasantías en Alemania, en la Deutsche Welle, radio y televisión alemana. Obtuvo la medalla de oro y la medalla de bronce del New York Festival como correalizadora y coproductora del reportaje “Niños trabajadores en la ciudad de Quito” (2012). Es conductora de un programa de entrevistas en YouTube.

En los medios de comunicación la violencia machista se hace evidente en algunos programas, sobre en la televisión, con frecuencia se muestran imágenes superficiales y sexistas de las mujeres. En ciertos espacios las chicas no son elegidas por su talento, sino por su apariencia y lo peor es que se cumple ese rol en el desarrollo del contenido, es decir no se muestran sus capacidades, solo se vende una imagen.

Siempre me he preguntado por qué los cargos de poder en los medios de comunicación generalmente son ocupados por hombres. Por ejemplo, por qué en los noticieros estelares no son mujeres las presentadoras principales.

Mi manera de romper con esta dinámica a través de la radio es abriendo espacios a representantes valiosas: activistas por los derechos de las mujeres, artistas, emprendedoras, trabajadoras, madres y que la audiencia las escuche y emulen sus aportes a la sociedad.

En mi trabajo como entrevistadora, en algunos casos y dependiendo de la edad de ciertas personalidades masculinas, suelo recibir frases machistas que disminuyen mi valía como mujer y como profesional. En ese sentido, a veces hay un trato diferenciado por el hecho de ser mujer: preguntas y comentarios que tienen que ver con mi edad, estado civil o mi vestimenta.

La violencia en mi campo profesional también ha sido evidente desde las redes sociales; he recibido varias veces insultos a través de los mensajes en mis publicaciones por el hecho de ser mujer.  Es fácil lanzar la piedra y esconder la mano, pero no por ello debemos callar.  En la medida en que hagamos visibles todos estos comportamientos inadecuados irán desapareciendo.  No se debe aceptar como normal chistes y comentarios machistas de nadie, ni siquiera de familiares ni amigos.